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La Gruta Azul |
Hace años visité la Isla de Capri. Recuerdo el impacto
causado al llegar… una pequeñísima isla visible por completo desde lo más alto,
en el municipio de Anacapri. Toda ella parecía apiñada en un montículo al que
se accedía a través de una serpenteante y estrecha carretera, a bordo de un
vehículo destartalado. Había sido transportada a los años 60, a aquella Italia
de “Vacaciones en Roma”. Pero era (es) preciosa. Me hubiera quedado allí a ver
la vida pasar…
He encontrado este bonito artículo en el Blog Hoteles y Paradores, con la
impactante imagen de la Grotta Azzurra. Me ha recordado aquel viaje…
El encanto de la Isla de Capri
Encantadora como siempre, la isla de Capri es conocida y
reconocida en todo el mundo por sus paisajes y los lugares de los que se
compone. El turista que viene a Capri, tanto en verano como en invierno, lo
primero que hace es tomar el funicular de Marina Grande y llegar a la famosa
Piazzetta. En realidad se trata de la P.za Umberto I, el corazón de la vida en
Capri. Toda la belleza de este lugar es su ubicación, ya que se sitúa entre la
montaña Solano, que acoge una serie de edificios antiguos todavía fieles a su época
de construcción y en el mar. Subiendo la
escalera de la plaza se llega a la Catedral de St. Stefano, una iglesia muy
antigua y bonita para visitar. No pasa desapercibida la torre del reloj viejo
que está decorada con preciosas mayólicas. En un principio, esta plaza se
utilizó como mercado, de hecho, este fue el lugar donde vendían el pescado a
las frutas; sólo en 1938 un lugareño decidió abrir un bar y poner bajo el
paraguas algunas mesitas: a partir de ese momento, el mercado desapareció y
abrieron nuevos restaurantes, locales y cafés con terrazas, por lo que la plaza
se convirtió en la sala de estar más elegante del mundo.
Otra parada imposible de evitar es la Gruta Azul, una
atracción única, ya que los reflejos de la luz que emerge del mar no se encuentran
en cualquier parte del mundo. Esta cavidad natural tiene una profundidad de 60
m y se encuentra en Anacapri. Para visitarlo, no se puede ir nadando, sólo se
realiza a través de pequeños barcos de madera y remos ya que la entrada a la
cueva es tan pequeña que es imposible entrar con otros medios. Una vez dentro,
por un momento todo parece oscuro alrededor, y de repente aparece una luz azul
que se refleja en el agua y en las paredes; unos tonos de azul y plata que se
deben a la luz débil que entra en la cavidad que viene de las profundidades. Es
un espectáculo impresionante y conmovedor, en particular cuando los barqueros
cantan canciones napolitanas para los turistas. Mágico y fabuloso al mismo
tiempo.
La isla de Capri es encantadora. Con tu post hemos vuelto a recordar el día que pasamos allí.
ResponderEliminarSaludos.
Gracias por venir, amigos. Es un placer poder recordaros estas estancias y un placer volver a teneros por mi rinconcito.
EliminarUn abrazo enorme!!
Ayyyy Yo adoro Italia, y Capri es una auténtica maravilla...
ResponderEliminarSaludos,
Trini de http://yoadoroviajar.blogspot.com
Me he hecho seguidora de tu blog, si te gusta el mío puedes seguirme...
Hola, de nuevo, Trini... Gracias por venir a mi rinconcito. Hace tiempo que te sigo. Tenía enlazado tu blog al mío, pues me gustan mucho tus artículos.
EliminarCompartimos el amor por Italia.
Un gran abrazo!
Dan ganas de ir en Semana Santa. Besos. No me creo que no te siguiéramos en face. Ya está arreglado. Ciao.
ResponderEliminarGracias por venir, Piluca... Sí, la verdad es que dan ganar de ir... pero en cualquier época del año.
EliminarUn abrazo enorme!