Esta es la tercera parte de
las rutas hechas por la comarca de Osona. Como los anteriores artículos sobre
el Ripollès y la Garrotxa, la he dividido en varias partes. Son comarcas muy
accesibles desde Barcelona, así como sus excursiones, que todas están bastante
bien señalizadas, por ello si pasas una semana en cada una de ellas, es posible
visitar gran parte del territorio.
Así pues vamos a por otra
excursión y comenzamos con la villa de Rupit:
Declarada Conjunto Histórico-Artístico por su antiguo núcleo urbano de los
S.XVI y XVII, es una de las más bellas, pintorescas y apreciadas de Cataluña.
Se trata de una villa
señorial creada a principios del S.XIII alrededor del castillo. Destaca en las
fachadas de sus casas la inscripción con la fecha de construcción y el nombre
de su fundador. También el encantador puente colgante y la original calle del
Fossar.
A fin de conservar dicho
núcleo y poder disfrutar turísticamente de un paisaje de postal, existen en el
pueblo unas severas normas urbanísticas, en relación a la construcción y
rehabilitación de casas.
Itinerarios
Esta zona es muy propicia a las
excursiones a pie. De todas formas, hay que tener en cuenta que algunos caminos
pasan por propiedades privadas y no siempre es posible acceder cómodamente, pues los propietarios tienen animales pastando justo por donde pasa el camino
y otras veces está cerrado con alambradas eléctricas. También suele haber
perros custodiando las propiedades.
Excursión hacia el Salt de
Sallent, Sant Joan de Fàbregues, Molí Rodo y ermita de Santa Magdalena:
Veinte metros al Sur de la
fachada de la Iglesia parroquial de Rupit, dentro del pueblo, hay una calle que
sale hacia la izquierda, luego baja y gira a la derecha. Nos encontramos
entonces en la zona de los huertos. Una vez allí, tomamos el pequeño túnel a la
izquierda y seguimos por un camino estrecho de montaña que nos llevará al Salt
de Sallent en media hora aproximadamente.